1 de febrero de 2022

OSHIYA

 



     Hay empleos que desaparecen con el tiempo y otros nuevos que se crean. La modernidad ha dado paso a muchas profesiones relacionadas con el mundo digital y las comunicaciones, por ejemplo y ha hecho desaparecer algunos oficios artesanales.

    Pero hay un empleo en Japón al que muchos les sorprende: el de los oshiya. Son personas que se dedican a empujar los vagones abarrotados de gente, para que entren en ellos más personas. Se les conoce en otros países como los " empujadores de metro".

    
    En las líneas de metro de Japón viajan millones de personas a diario y los vagones siempre están llenos. A pesar del respeto que se tiene entre todos, es aceptado que un empujador ayude a que quepan todos los pasajeros. En Europa se ve fatal esto. Y es normal desde la mentalidad europea. 

    De todos modos, no es fácil ver a estos trabajadores, porque sólo actúan en algunas estaciones y en las horas de mayor afluencia. Si tenéis curiosidad, se pueden ver, por ejemplo, de ocho a nueve de la mañana, de lunes a viernes, en la línea de Marunouchi.    
                                       


 En otros países hay personas que cuidan de que los vagones se llenen correctamente, pero no empujan y su cometido es no dejar entrar a más personas cuando están suficientemente llenos. 

    Li personalmente, prefiere esperar al siguiente tren. Será que ya está europeizada.

22 comentarios:

  1. Esta imagen de trabajadores empujando a los viajeros siempre me pareció extraña.
    Yo también esperaría al siguiente tren.

    Gracias por sus palabras.
    Usted es más interesante que yo.

    El nombre de mi blog tiene que ver con una reseña que leí de la película Toro Salvaje:

    "Nueva York, años 60. Mientras Jake La Motta, cómico, ensaya su papel ante el espejo, un flashback nos lleva hacia atrás en el tiempo, mucho más atrás, a los años 40. En esa época, Jake es un magnífico boxeador que sufre su primera derrota como profesional tras una exitosa carrera. A partir de aquí, asistimos al relato de aproximadamente quince años de vida del boxeador, en los que alcanza glorias que nunca parecen hacerle feliz, para después sumirse en los infiernos de la decadencia física y personal, que a su vez le harán descubrir su dignidad."

    Me sentí muy identificado con el personaje.

    Saludos.

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    1. Gracias por la explicación sobre el nombre y gracias por su amplio comentario, señor Toro.

      Saludos cordiales.

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  2. Me parece increíble. Había oído hablar de ello, pero no lo había visto en imágenes. Lo que es posible es que el próximo tren venga igualmente lleno si son horas punta. Toda la discreción y distancia emocional japonesas aquí se desvanecen en el amontonamiento de cuerpos como en lata, peor que en lata. Muy interesante el artículo y las imágenes. Saludos cordiales.

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    1. Todos los trenes van llenos en las horas punta. Es algo contradictorio el infinito respeto que se tiene en Japón por los demás con esta situación en la que, por mucha mascarilla y guantes que lleven los oshiya, te empujan.

      Gracias por tu comentario.

      Saludos cordiales.

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  3. Siempre me llamó la atención la distinción con que lo hacen. Un noble trabajo, verdaderamente respetable. Abrazo grande.

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    1. A pesar de eso, no es una profesión fácil. Gracias por su comentario, señor Perrotti.

      Saludos cordiales.

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  4. Tracy también prefiere esperar al siguiente metro.

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    1. A Li le parece normal y lógico.
      Gracias por su comentario, señora Tracy.

      Saludos cordiales.

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  5. Sí es la mejor solución esperar al siguiente tren, sobre todo en estos tiempos de pandemia.

    Besos

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    1. En pandemia es todo mucho peor. Gracias por venir, Erik.

      Saludos cordiales.

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  6. Siempre había oído hablar de esta profesión, pero sonaba a leyenda.
    Un abrazo.

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    1. Pues no es leyenda, no. Aquí están las imágenes.

      Saludos cordiales.

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  7. Idiosincrasia, dirán unos. Necesidad de transporte, dirán otros. Peculiar el asunto. Y mercancía humana al fin y al cabo, ¿no? Saludo grande, Li.

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    1. El trato no es el más adecuado; lo curioso es la aceptación de él.

      Saludos cordiales, señor Fackel.

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  8. Cada cultura tiene sus peculiaridades.

    Cordiales saludos.

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    1. Así es. Y no es bonito todo, pero es interesante.

      Saludos cordiales, señor Alfred.

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  9. No seré yo quien critique las costumbres de otros países, pero me parece un trato un poco denigrante.
    Besos.

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    1. Entiendo su postura, señor Trujillo. Es difícil de entender que se permita y, aún más, se acepte, esto.

      Saludos cordiales, señor Trujillo.

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  10. Siempre me sorprendo con la forma de vivir de los japoneses ...... tu eres japonesa, Li?

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    1. Cada pueblo tiene sus curiosidades. El nombre del blog responde a tu pregunta, Manuel.

      Saludos cordiales.

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  11. Lo siento, Li, pero prefiero no verme en esos vagones. Una de mis Evas no sería nada cortés con ese trabajador. Si viajo a Japón algún día, procuraré ver esta figura desde la barrera.

    Un beso oriental.

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    1. Li puede imaginar a tus Evas. Sería terrible.

      Saludos cordiales.

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